La melisa es una planta
medicinal muy valorada por sus propiedades., que sirven desde soluciones a
pequeños problemas del ser humano hasta ingrediente de la pasta dentífrica o
usos en perfumería. Nuestro uso va a ser sencilla, cultivarla en el huerto y
apreciar su magnífico aroma. Hoy, te ayudamos a cultivar la melisa.
Antes de cultivar hay que
conocer…
Normalmente nombraremos
este cultivo como melisa, (Melissa officinalis), pero también tiene
otros nombres como toronjil, citronela, hoja de limón, hierba de limón,
etc. Es una herbácea perenne procedente del sur de Europa y en concreto de la
región mediterránea. Si oliésemos la melisa de cerca se apreciaría un profundo
olor a limón (por ello que a veces se nombra como hierba de limón o hoja de
limón). Su tamaño normal de crecimiento es hasta los 80 cm de altura, florece
en verano (flores blancas o rosadas) y de hojas muy características por sus
bordes dentados.
Ya que sabemos más o menos
como es la Melissa officinalis vamos directos a su cultivo.
¿Clima idóneo de la
melisa?, clima mediterráneo
Así lo dice el título, su clima
preferido es el mediterráneo. Está acostumbrada a zonas con semi sombra, o
por lo menos, cuando se traten de climas cálidos, que no sufra el sol directo
durante todo el día. Con respecto a la temperatura de crecimiento hay que
anotar que es sensible a las heladas o el frío intenso.
Las mejores condiciones de
suelo
La melisa es una planta medicinal
de cultivo sencillo. En el caso del suelo, no presenta muchos
inconvenientes y puede cultivar se en suelos pobres, sólo que requerirá alguna
aportación de materia orgánica. Puestos a elegir un suelo determinado
nos quedamos con aquellos que tienen buen drenaje y son profundos. Su
crecimiento aumentará si dispones de un suelo fértil antes que uno pobre, por
supuesto, y en el caso de que quieras cultivar la Melissa
officinalis en macetas
elige una mezcla de arena y compost
como sustrato.
¿Cómo procedemos a regar
la melisa?
La melisa requiere
riegos moderados pero evitando en todo momento el suelo encharcado. Como es de
clima mediterráneo suele estar acostumbrada a largos periodos de sequía en el
que no llueve. En nuestro caso evitaremos que la tierra se seque del todo
aportando un riego que humedezca el sustrato pero sin llegar a encharcarlo. En
invierno no vamos a tener que regar con mucha frecuencia, pero en verano, con
temperaturas altas debemos aportar un riego frecuente, ya que notaremos la
escasez de agua en el cultivo cuando empiecen a amarillearse las puntas de sus
hojas.
Hay algo que tenemos que
decir. Si donde has plantado melisa en tu jardín es una zona donde recibe
durante las horas centrales radiación directa del sol, notarás que las
hojas se secan y la planta sufre, por lo que tendrás que regar con mucha mayor
frecuencia. Cuando la Melissa officinalis se cultiva en zonas
de sombra que conservan la humedad de forma más eficiente se reduce
muchísimo la frecuencia y cantidad de riego que debemos aportar. En resumen, la
radiación solar directa o no marca la diferencia a la hora de efectuar el
riego.
Abonado, fuente de
nutrientes
La melisa no es muy
exigente en cuanto a abonado se refiere, pero notarás una gran diferencia
si realizas de forma periódica aportaciones de materia orgánica. Estas
aplicaciones contribuirán a la floración, a la producción de hojas más vistosas
y aumentará la conservación de humedad en el suelo.
Si quisiéramos multiplicar
la melisa…
Hay varias formas. Una de
ellas, que todos conocemos, es la multiplicación a través de semillas.
Otra sería por división de plantas. La melisa es una planta invasora,. es
decir, si los medios son buenos, se expandirá horizontalmente ocupando todo el
terreno que le sea posible (por eso muchas veces se cultiva en maceta). Las
semillas se suelen plantar en almácigos y suele hacerse en primavera o verano,
ya que en su germinación necesitará bastante calor (22º C). Con esta
temperatura germina en un periodo de 10 días aproximadamente.
Pero como hemos comentado antes,
si se expande de forma invasiva, al ahora de multiplicar la melisa, lo idóneo
es separar matas. Se pueden seleccionar pequeños esquejes en primavera u
otoño y plantarlos en macetas, dejando que enraícen y crezcan entre 15 y 20 cm.
Algunas propiedades
medicinales
Si la melisa se toma en
infusiones tiene muchísimas propiedades. Por ejemplo como estimulante,
antiséptico, estomacal, cicatrizante, etc. Para ello debemos recoger
las hojas tiernas que están disponibles casi todo el año (mejor antes de la
floración). Para todo este tipo de problemas se toman infusiones de una
cucharada de hojas trituradas de melisa de forma diaria.
La planta de melisa contiene propiedades calmantes para tratar el estrés, la ansiedad y la falta de sueño. Es muy recomendada para aquellas personas que padecen de nerviosismo o insomnio
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