miércoles, 29 de mayo de 2013

Elementos que te puede aportar un huerto de forma indirecta


Vamos a contar acerca de lo que nos puede ofrecer el hecho de tener un huerto.
 1.- Lo primero de todo: alimentos sanos
Iniciarse en el mundo del horticultor tiene muchas ventajas, pero lo principal es que tienes una fuente de frutas y hortalizas producidas por ti, ecológicas en la mayoría de los casos y para compartir entre familiares y amigos. ¿Qué cantidad se puede producir?  Siempre es variable, pero te puedes ayudar del tema que hicimos sobre el rendimiento del huerto ecológico. Toca coger calculadora, contar familiares y amigos y metros cuadrados disponibles. La ecuación determinará cuánto necesitas cultivar. Siempre recomendamos planificar cualquier cosa antes de liarse.
2.- Responsabilidad
Un huerto es un sistema complejo de organismos vivos, y tu eres el encargado de administrarlo. Que consigas mejores o peores resultados irán en función de tus conocimientos, tu interés y el sacrificio que le dediques. Esta suma de conceptos da el mismo resultado en todos los casos: responsabilidad y resulta muy importante si se aplica el mismo caso a los niños, ya que ellos también tiene que formar parte del huerto, cuidándolo y recogiendo los frutos del trabajo.
3.- La contribución ecológica
Qué mejor actividad para fomentar la mentalidad ecológica que iniciarse en el mundo de los huertos ecológicos, dando un pasito más en la permacultura, un sistema prácticamente nuevo (1.970) de integración ambiente-ser humano que persigue convivir de la forma más ecológica posible con el entorno. Es un círculo cerrado de 0 generación de residuos.

4.- El conocimiento añadido
El huerto de la temporada siguiente será mejor que el de este año. Este criterio lo asumimos siempre que no haya ningún inconveniente atmosférico particular (granizo, fuertes vientos, poco sol, etc.) ni biológico (arraigo de plagas y enfermedades). La respuesta la asumimos por el hecho de adquirir experiencia mediante ensayo-error. ¿En qué se basa este concepto? por ejemplo, de la siguiente manera:
Si algo ha ido mal en tu huerto estudia las causas y posibles soluciones. Si no encuentras el problema repite las mismas condiciones, puede ser casualidad.

Si algo ha ido bien, analiza por qué ha ido bien y repítelo en la próxima temporada.

No te guardes nada. Es muy probable que otras personas cometan los mismos errores que tu. ¡Ayúdale a asumir tus aciertos!

Prueba y ensaya. Rota cultivos y aprovecha todo el surtido de ingredientes que te ofrece un huerto.

5.- Satisfacción
Reúne todos los ingredientes anteriores y te quedarás satisfecho. Te alimentas de lo que produces, adquieres responsabilidades, contribuyes a la no producción de residuos y  al cuidado del medio ambiente y adquieres experiencia. Lo primero te servirá para reducir los gastos en frutas y verduras (el coste es tiempo + agua) y producir alimentos sanos. En lo segundo contribuirás a que, por ejemplo, tus hijos ganen responsabilidad y tengan en mente que el trabajo da resultados. En la contribución al medio ambiente ganarás por dos lados: la no generación de residuos y la concienciación de las personas que te rodean.  Año tras año ganarás experiencia en el cultivo de huertos ecológicos y será un valor añadido en tu “curriculum personal”. Metemos todo este mix en una coctelera, agitamos y obtenemos satisfacción.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Cultivando una nueva planta medicinal, la melisa


La melisa es una planta medicinal muy valorada por sus propiedades., que sirven desde soluciones a pequeños problemas del ser humano hasta ingrediente de la pasta dentífrica o usos en perfumería. Nuestro uso va a ser sencilla, cultivarla en el huerto y apreciar su magnífico aroma. Hoy, te ayudamos a cultivar la melisa.

Antes de cultivar hay que conocer…
Normalmente nombraremos este cultivo como melisa, (Melissa officinalis), pero también tiene otros nombres como toronjil, citronela, hoja de limón, hierba de limón, etc. Es una herbácea perenne procedente del sur de Europa y en concreto de la región mediterránea. Si oliésemos la melisa de cerca se apreciaría un profundo olor a limón (por ello que a veces se nombra como hierba de limón o hoja de limón). Su tamaño normal de crecimiento es hasta los 80 cm de altura, florece en verano (flores blancas o rosadas) y de hojas muy características por sus bordes dentados.
Ya que sabemos más o menos como es la Melissa officinalis vamos directos a su cultivo.
¿Clima idóneo de la melisa?, clima mediterráneo
Así lo dice el título, su clima preferido es el mediterráneo. Está acostumbrada a zonas con semi sombra, o por lo menos, cuando se traten de climas cálidos, que no sufra el sol directo durante todo el día. Con respecto a la temperatura de crecimiento hay que anotar que es sensible a las heladas o el frío intenso.
Las mejores condiciones de suelo
La melisa es una planta medicinal de cultivo sencillo. En el caso del suelo, no presenta muchos inconvenientes y puede cultivar se en suelos pobres, sólo que requerirá alguna aportación de materia orgánica. Puestos a elegir un suelo determinado nos quedamos con aquellos que tienen buen drenaje y son profundos. Su crecimiento aumentará si dispones de un suelo fértil antes que uno pobre, por supuesto, y en el caso de que quieras cultivar la Melissa officinalis en macetas elige una mezcla de arena y compost como sustrato.

¿Cómo procedemos a regar la melisa?
La melisa requiere riegos moderados pero evitando en todo momento el suelo encharcado. Como es de clima mediterráneo suele estar acostumbrada a largos periodos de sequía en el que no llueve. En nuestro caso evitaremos que la tierra se seque del todo aportando un riego que humedezca el sustrato pero sin llegar a encharcarlo. En invierno no vamos a tener que regar con mucha frecuencia, pero en verano, con temperaturas altas debemos aportar un riego frecuente, ya que notaremos la escasez de agua en el cultivo cuando empiecen a amarillearse las puntas de sus hojas.
Hay algo que tenemos que decir. Si donde has plantado melisa en tu jardín es una zona donde recibe durante las horas centrales radiación directa del sol, notarás que las hojas se secan y la planta sufre, por lo que tendrás que regar con mucha mayor frecuencia. Cuando la Melissa officinalis se cultiva en zonas de sombra que conservan la humedad de forma más eficiente se reduce muchísimo la frecuencia y cantidad de riego que debemos aportar. En resumen, la radiación solar directa o no marca la diferencia a la hora de efectuar el riego.
Abonado, fuente de nutrientes
La melisa no es muy exigente en cuanto a abonado se refiere, pero notarás una gran diferencia si realizas de forma periódica aportaciones de materia orgánica. Estas aplicaciones contribuirán a la floración, a la producción de hojas más vistosas y aumentará la conservación de humedad en el suelo.
Si quisiéramos multiplicar la melisa…
Hay varias formas. Una de ellas, que todos conocemos, es la multiplicación a través de semillas. Otra sería por división de plantas. La melisa es una planta invasora,. es decir, si los medios son buenos, se expandirá horizontalmente ocupando todo el terreno que le sea posible (por eso muchas veces se cultiva en maceta). Las semillas se suelen plantar en almácigos y suele hacerse en primavera o verano, ya que en su germinación necesitará bastante calor (22º C). Con esta temperatura germina en un periodo de 10 días aproximadamente.
Pero como hemos comentado antes, si se expande de forma invasiva, al ahora de multiplicar la melisa, lo idóneo es separar matas. Se pueden seleccionar pequeños esquejes en primavera u otoño y plantarlos en macetas, dejando que enraícen y crezcan entre 15 y 20 cm.
Algunas propiedades medicinales
Si la melisa se toma en infusiones tiene muchísimas propiedades. Por ejemplo como estimulante, antiséptico,  estomacal, cicatrizante, etc. Para ello debemos recoger las hojas tiernas que están disponibles casi todo el año (mejor antes de la floración). Para todo este tipo de problemas se toman infusiones de una cucharada de hojas trituradas de melisa de forma diaria.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Los cuidados de la lavanda, el cultivo de aromáticas


La mayoría asociamos la lavanda con productos para lavar la ropa y suavizantes. Lo que a lo mejor no sabíamos es que tiene propiedades desinfectantes, calmantes, antisépticas y digestivas. Además, aporta un aroma a tu jardín que no puedes desaprovechar. Si tienes interés por conocer los cuidados de la lavanda, continúa leyendo.

Detalles particulares del cultivo de la lavanda
La lavanda es una planta endémica de la zona del mediterráneo que podemos verla crecer de forma salvaje. También se conoce como espliego y es cultivada tanto por sus propiedades medicinales como por su valor ornamental y aromático para el jardín. En cuanto al hábito de crecimiento, puede llegar a superar el metro de altura y produce unas flores azuladas que superan en altura a las hojas. Ahora ya nos toca comentar los cuidados de la lavanda.
Clima y suelo, los primeros cuidados de la lavanda
Es típica de climas mediterráneos, templados y cálidos. Necesita grandes dosis de luz para su crecimiento (y en la zona del mediterráneo no nos podemos quejar). Soporta además los inviernos fríos y las heladas, aunque dependiendo de las temperaturas invernales que se acumulen pueden reducir el rendimiento de la lavanda.
En cuanto al suelo, la lavanda es una especie rústica que se adapta muy bien a cualquier estructura de suelo. Aun así, prefiere los suelos ligeros, de arena o arcilla y con un contenido medio en materia orgánica. El drenaje también es importante y con ello evitaremos encharcamientos inadecuados que puedan pudrir las raíces.
Consideraciones del riego en los cuidados de la lavanda
La lavanda es un cultivo que soporta bien los periodos de sequía, típicos del clima mediterráneo donde, a veces, hay meses sin que llueva. De hecho, la lavanda que crece de forma salvaje sólo tiene la aportación de la lluvia y sobrevive. Si lo que quieres es sacar el máximo partido de esta planta aromática y realizar los mejores cuidados de la lavanda es conveniente aumentar esas dosis de riego. 1 riego a la semana es suficiente para cubrir sus necesidades.

La multiplicación de la lavanda
Hay varios tipos de formas de conseguir multiplicar la lavanda. Vamos a comentarlas:
Multiplicación por semillas: se suelen plantar antes en semillero y cuando germina y crece un poco se trasplanta. Las semillas tardan entre 1 mes y 3 meses en germinar, y necesitan buenas condiciones de humedad y temperatura (15ºC) y el riego ha de ser frecuente. La forma de extraer las semillas de las flores es estrujándolas o bien agitándolas sobre una mesa para verlas caer. Se suele plantar a principio de primavera para realizar el trasplante en otoño-invierno.
Multiplicación por estacas o esqueje: se suele hacer así por la facilidad y porque se obtienen plantas semejantes a la madre.  Al final del verano, cuando la floración acaba, se elige una rama de 10-15 cm, de consistencia leñosa. Se realiza un buen corte, se eliminan las hojas inferiores del tallo y se planta. Se estimular el enraizamiento con productos para tal fin. Además cubriremos la maceta con una botella o con una bolsa para simular un invernadero improvisado


miércoles, 8 de mayo de 2013

Qué debe contener un buen sustrato


Vamos a hablar un poco de este tema pero para el caso de las hortalizas, que al fin y al cabo van a ser el “alma mater” de nuestro huerto.
Se diferenciaba entre siembra directa y siembra en semillero ya fuera bajo cubierta o no. Sabiendo ya en qué consiste cada tipo de siembra, podemos entrar de lleno en el tema de la composición del sustrato para tal fin.
Características de un buen sustrato para la siembra de hortalizas
A todos nos queda claro la importancia que conlleva la siembra para asegurar una nascencia óptima de nuestras semillas pero ¿sabemos de qué debe estar compuesto un buen sustrato? Para empezar nunca podremos utilizar la tierra de nuestro huerto. Tiene mucha facilidad de compactación, complica la germinación y las primeras fases de crecimiento de nuestras plantas. El sustrato requiere de unas condiciones muy específicas para ser un buen sustrato, entre ellas:
-Porosidad para permitir intercambio de gases, fundamental para el buen desarrollo radicular.

-Retención de humedad necesaria.

Composición del sustrato
¿Y cómo consigo un buen sustrato de siembra? Muy simple. El mejor sustrato de siembra no es el típico comercial. Puede tener químicos añadidos y aprovechar lodos de depuradoras con lo que conlleva (elementos no deseables en su composición, metales pesados…). Una composición adecuada sería la compuesta por fibra de coco (50%), compost muy descompuesto o lombricompost  (35-40%) y vermiculita (10-15%). Esto no es una “receta” a cumplir a raja tabla. Es una recomendación.
También podemos utilizar perlita en vez de vermiculita, compost de hojas en vez de humus de lombriz y un sinfín de  opciones más. La perlita tiene la ventaja de cumplir muy bien con las dos condiciones anteriormente descritas para un buen sustrato de siembra. Retiene la humedad y  al ser porosa permite una buena aireación. Además facilita el desarrollo de bacterias, micorrizas y en general, el correcto desarrollo biótico a nivel radicular.
Una vez que tenemos nuestro sustrato pasaremos a la siembra. En la tabla siguiente se muestran los datos básicos de siembra de hortalizas.
Profundidad de siembra. ¿Es importante?
Importante no. Es vital. Una profundidad excesiva puede ocasionar que la planta no llegue a germinar o no tenga la suficiente fuerza para atravesar la tierra que tiene encima. Por el contrario, una siembra demasiado superficial puede originar mal desarrollo de la planta, así como desecación de sus raíces y brotes por una excesiva deshidratación de la capa de tierra más cercana a superficie. En caso de no tener la información de siembra de lo que vais a plantar, os adjuntamos una tabla con las principales profundidades de siembra. Si aún así os falta alguna planta, siempre podéis aplicar una sencilla regla: La profundidad será unas 3 veces el tamaño de la semilla a sembrar.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Huertos, mi vergel de Leganes, Alcorcón, Móstoles y Fuenlabrada


¿Existe un Vergel en Leganes? ¿Existe un Vergel en Alcorcón? ¿Existe un Vergel en Fuenlabrada? ¿Existe un Vergel en Móstoles?

Huertos Ecológicos Alcorcón ha convertido en cinco años una parcela de secano en un autentico vergel en la zona sur de Madrid donde los madrileños alquilan sus parcelas para cultivar sus productos.
El cultivo de un huerto ecológico, es mucho más sencillo de lo que en principio podría parecer, y lo más interesante es que no sólo es una forma de obtener alimentos frescos y saludables, que podremos recoger cada mañana para llevar a la mesa, sino que termina convirtiéndose en un espacio de disfrute y sana relación con la naturaleza. El huerto nos aporta hortalizas y frutos: nos da la oportunidad de realizar tareas creativas, de experimentar y descubrir nuevas cosas, de hacer sano ejercicio, de comer alimentos saludables, de regalar a familiares y amigos, de respirar aire fresco y de disfrutar plenamente de la vida.
En el huerto ecológico el verdadero aprendizaje surge como resultado de la práctica cotidiana, a través de continuas pruebas y ensayos, a veces con errores, casi siempre con gratificantes aciertos.
La práctica del cultivo ecológico ayuda a mantener e incluso aumentar la fertilidad de la tierra Además de obtener plantas sanas y vigorosas, conseguimos espacios llenos de biodiversidad, armoniosos, agradables, que nos abastecen diariamente de alimentos frescos y saludables de excelente calidad nutricional y buen sabor.
En definitiva, nuestra finca esta creada para que nuestros asociados disfruten en su tiempo libre de la naturaleza y de los alimentos sanos y saludables que ellos mismos cosechan.
Un vergel en Leganes, Alcorcón, Móstoles y Fuenlabrada.