jueves, 22 de noviembre de 2012

Las semillas y su uso


Para  comenzar  con buen  pie  un  huerto  ecológico,  lo  primero  es  acercarnos  al “mundo  de  las semillas”  y  conocer  cuál  es  su  importancia.  Hay  que  pensar  que  la  semilla  es  el  kit  de instrucciones para el desarrollo de la planta, y por lo tanto el éxito de la germinación, crecimiento,  cosecha  y  futuras  semillas  que  obtengamos  dependerán  en  gran  medida  del  estado  de  la simiente o semilla.
Muchas  veces  nos  equivocaremos  y  creeremos  que  nuestro  error  se  debía  a  un  mal  riego, insolación, plagas, falta de nutrientes…, y en realidad muchas veces podrá deberse a una mala semilla.

En resumen, la calidad de la semilla es fundamental, debemos comprobar varios aspectos para evitar una mala semilla:
1.  Inmadurez en la recogida de semillas (existe una madurez fisiológica y morfológica)
2.  Carencias nutritivas durante el crecimiento de la planta
3.  Semilla envejecida
4.  Daños físicos en manipulación o conservación
5.  Plagas y enfermedades de la planta
6.  Cuestión  genética  de  la  especie  (tamaño,  sabor,  color,  precocidad,  resistencia  a plagas…)

Para profundizar y conocer al detalle el mundo de las semillas, uno de los puntos mas importantes es:  

¿QUÉ SEMILLAS USAR Y DÓNDE ENCONTRARLAS?

Normalmente cuando hacemos nuestro primer huerto, solemos comprar algún sobre de semillas convencionales para probar. Para iniciarnos en la horticultura esta bien,
pero en el futuro, es recomendable comenzar a utilizar variedades locales o rurales de la zona, que se adaptan mejor al clima y suelo de la zona, y por lo tanto nos darán mayor garantía de éxito  en  nuestro  huerto.  Además  estaremos  contribuyendo  a  conservar  y  mantener  la
biodiversidad de la agricultura, que falta le hace.

Importante, a ver de donde son esas semillas…:

1.  Las semillas obtenidas de verduras del mercado corren el riesgo de no haber madurado lo suficiente en el fruto o ser una semilla de una variedad comercial híbrida F1.
2.  Algunas  semillas  de sobres comerciales  están tratadas con  productos  químicos,  podemos asegurarnos porque muchas presentan un polvo de coloraciones muy llamativo: rosa, gris, azul brillante.
3.  La compra de semillas ecológicas  y el intercambio con otros hortelanos y agricultores nos garantizan excelentes semillas para nuestro huerto urbano.
4.  Semillas  mal  conservadas  o  viejas:  olores  a  humedad,  ausencia  de  embrión,  fáciles  de romper (indicador de que están demasiado secas)

En  las  tiendas  convencionales:  herbolarios,  grandes  superficies,  tiendas  de  jardinería…  se encuentran sobres de semillas comerciales, que como ya hemos dichos, pueden ser híbridas F1 o tratadas con algún producto químico, aditivo.... Son muy productivas, pero el inconveniente que presentan  es  que  hay  que  comprar  todos  los  años,  en  contra  de  las  semillas  tradicionales  o ecológicas que además suelen ofrecernos variedades muy diversas, intensos y nuevos sabores, y  la  posibilidad  de  crear  nuestras  variedades  de  hortalizas.  Sin  contar  que  con  este  tipo  de semillas  favorecemos  la  diversidad  biológica  de  nuestra  agricultura,  que  esta  en  horas  bajas.
Para poder adquirir estas semillas rurales o ecológicas, os damos algunos datos donde podréis encontrarlas:

 Instituciones  oficiales:  encargadas  de  conservar  variedades  locales,  regionales  y
nacionales de variedades tradicionales.
  Asociaciones  y  redes  de  intercambio:  en  Andalucía,  País  Vasco,  Madrid  y  Cataluña principalmente.
  Centros de Educación Ambiental de tu región
  Venta por Internet

Nuestras propias semillas

Si estamos interesados en la idea de intercambiar  semillas con otros horticultores y queremos crear  nuestras  propias  variedades  de  tomates,  lechugas,  melones….  A  continuación  os contamos algunos consejos breves para obtener vuestro propio banco de semillas.

Lo primero es tener semillas rural o ecológica. Una vez cultivada hay que observar bien la planta de  la  que  vamos  a  recolectar  semilla,  ya  que  en  función  de  sus  características  (tipo  de  flor, polinización  y tipo de fruto), nuestro diseño de huerto o la época de cosecha se pueden prever posibles  cruces  de  variedades  o  pérdidas  de  semilla.  De  forma  resumida,  estos  son  los conceptos más importantes para conocer el tipo de semilla de cada hortaliza:

Tipos de floración: 

  Floración dilatada: son hortalizas que van produciendo flores durantes varios meses.
Ejemplos: calabacín, calabaza, melón, tomate.
  Floración adelantada: otras hortalizas florecen en gran número en breves periodos de tiempo. Es el ejemplo de la lechuga, que pueden embolsarse para evitar cruzamientos
de forma preventiva. 
  Vernalización: por último es importante conocer si la hortaliza florece cada dos años (planta bianual), es decir, hay plantas que florecen tras pasar su primer invierno. Es el caso de las zanahorias y cebollas por ejemplo.

Polinización:

Podemos dividir a las plantas en dos tipos en función de cómo se polinice la flor que nos dará el fruto con las esperadas semillas:
  Autógamas: en la misma flor está el polen y el óvulo. Son flores que se autopolinizan: habas, tomates, berenjena, pimiento…
  Alógamas: la flor requiere del polen de otra para polinizarse, por lo tanto este tipo de hortalizas se cruzan fácilmente con otras de su misma familia. Son las hortalizas que tienen mayor posibilidad de cruzamiento, para evitar cruces podemos rediseñar el huerto y tomar las siguientes precauciones:

1.  Distancias de precaución para evitar cruzamientos. 
2.  Evitar plantar variedades distintas de la misma hortaliza. 
3.  Separar el cultivo en el tiempo (una siembra precoz de una y otra tardía de la otra)

Tipo de fruto:

  Fruto  en  el  extremo:  entutorar  para  evitar  que  se  pudra  en  el  suelo,  el  fruto  que hayamos seleccionado para semilla.
  Fruto desgranado: es el caso de la lechuga, que deja caer la semillas fácilmente, por lo que debe recolectarse rápidamente o embolsarse.
Importante:  la  maduración  varía  con  las  condiciones  ambientales,  así  suele adelantarse en verano con las temperaturas altas y humedad baja) y retrasarse en las variedades de otoño con la humedad alta y temperatura baja.

Extracción de la semilla:

  Fruto seco: se recogen y extraen las semillas manualmente o golpeándolas (cuidado si son  muy grandes  pueden  dañarse).  Estas  semillas deben recogerse rápido una vez estén maduras, ya que les influyen más las condiciones ambientales ya que no están  protegidas  del  exterior.  Ejemplo:  leguminosas,  albahaca,  acelga,  espinaca, girasol, lechugas…
  Fruto carnoso: la semilla está rodeada por una envuelta carnosa que la protege. En este  caso,  las  semillas  se  pueden  extraer  del  fruto  madura,  quitando  la  carne  y
dejando secar las semillas, o esperar su secado en la planta.
 Fermentación:  en  el  caso  del  tomate  y  el  pepino,  se  extrae  la  pulpa  y  se  deja fermentar en un vaso. Cuando se forme un hongo blanco en la superficie, se cuela y se deja secar la semilla. Con ello se consigue eliminar microorganismos patógenos y el cubrimiento gelatinoso, facilitando su germinación.
Una  vez  seleccionados  los  frutos  y  obtenidas  nuestras  semillas,  debemos  conservarlas adecuadamente  para  asegurarnos  que  guardarán  su  poder  germinativo.  Lo  fundamental  para almacenarlas  en  características  óptimas,  es  lo  pensar  en  los  parámetros  de  germinación:
humedad, luz, oxígeno y calor, y  conseguir justo  lo contrario: baja humedad, baja temperatura que a su vez reduce el oxígeno y nada de luz. Esto lo conseguimos secando bien las semillas  e introduciéndolas  en sobres o botes  de  cristal bien cerrados, y que  estarán  almacenados si es posible en nuestra propia nevera o en caso contrario en un lugar oscuro y fresco.
Una buena idea es utilizar arroz o bolsitas de sílice de electrodomésticos que nos aseguren que la humedad no entra en nuestro envase.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Manejo de las plantas no cultivadas en Agricultura Ecológica


En Agricultura Ecológica, las plantas no cultivadas no deben erradicarse por completo ya que tienen efectos positivos para el cultivo siempre y cuando no entren en competición por el agua y los nutrientes del suelo con el cultivo. Por ello no se les denomina aquí “malas hierbas” como comúnmente se les conoce.

1. EFECTOS POSITIVOS DE LAS PLANTAS NO CULTIVADAS

-Reducen la erosión al mantener una cubierta vegetal en el suelo.
-Favorecen la actividad biológica del suelo, acelerando los procesos de mineralización de la materia orgánica.
-Aumentan la biodiversidad del sistema cultivado, sirven de refugio para la fauna beneficiosa o de trampa para algunas plagas.
-Se pueden utilizar como abono verde, en este caso es necesario segarlas antes de la floración para impedir la propagación de semillas.
-Son bioindicadores de las condiciones del suelo: las ortigas señalan cantidades altas de materia orgánica, el jaramago crece donde hay más potasio etc.
A pesar de los beneficios, estas plantas pueden tener efectos negativos en el cultivo. Éstos se limitan incrementando la competitividad del cultivo o disminuyendo la capacidad de competir de las plantas no cultivadas. En ningún caso se utilizarán métodos químicos para eliminar las hierbas.

2. CÓMO LIMITAR LOS EFECTOS NEGATIVOS

Medidas que fomentan los cultivos en detrimento de las plantas no cultivadas

- Policultivos: varias plantas cultivadas juntas hacen una sombra más densa que impide la germinación de las semillas no deseadas. Se pueden cultivar especies que además, se favorezcan mutuamente como es el caso del maíz y la judía: el maíz da sombra y sirve de tutor a la judía que proporciona nitrógeno
al suelo.
- Transplante: se trata de sembrar plantulas en vez de semillas, ya que éstas son más vigorosas y compiten mejor por los recursos.
- Variedades locales: son variedades seleccionadas desde antiguo por su adaptación al clima y suelo de la zona. Son más rústicas y vigorosas.
- Densidad de siembra: se aumenta para que den una sombra mas densa y limiten la germinación de las semillas no plantadas. Hay que respetar sin embargo un máximo de densidad que permita ejecutar las labores del huerto.
- Capacidad alelópatica: capacidad de las plantas de inhibir o favorecer la germinación de otras semillas.
- Rotaciones: de cultivos limpiantes y ensuciantes.

Medidas que limitan la capacidad de las plantas no cultivadas

- Siembra y laboreo: se trata de arar el suelo, regarlo y en vez de sembrar dejar que las semillas de las malezas germinen para después segarlas y sembrar el cultivo.
- Control  de  la  producción  y  esparcimiento  de  semillas: se limita la propagación de semillas compostando el estiércol (durante el proceso se destruyen las semillas), controlando la limpieza de la maquinaria, filtrando el agua de riego, sembrando en los bordes plantas no cultivadas pero poco
competitivas para el cultivo.
- Acolchado o mulching: se limita la fuente de luz y por lo tanto la germinación de semillas.
- Escardas: se deben realizar durante el periodo crítico de competencia. Además de los escasos estudios realizados, el horticultor debe ir aprendiendo de un año para otro según el método de ensayo-error hasta determinar qué periodos son críticos para qué especie.
- Control mecánico: con maquinaria o aperos manuales. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Fertilizantes ecológicos


Tipos de fertilizantes:

- Estiércol: fertilizante orgánico base. Es fresco cuando se reconoce la cama de las deyecciones, si no es estiércol maduro o hecho. Debe ser mineralizado para ser asimilado por las plantas por lo que hace efecto tarde y durante cierto tiempo. Contiene muchos microorganismos, hormonas, antibióticos y vitaminas.
Se aportará, en suelo franco-arcilloso unas 40t/ha para aumentar la fertilidad del suelo, y unas 30t/ha para conservarla.

- Compost: es el mantillo obtenido por la descomposición de restos vegetales. El proceso de descomposición mejora la estructura y enriquece el material, también elimina los patógenos.

- Humus de lombriz: resultado de la transformación de materiales orgánicos por las lombrices. Tiene excelentes propiedades ya que la materia orgánica está ya muy descompuesta. Es de acción rápida. Secreta calcio orgánico, importante para la fertilidad y estabilidad del suelo.

- Abonos verdes: plantas cultivadas con una densidad del 20 al 30% mayor que la de siembra normal para ser incorporadas al suelo dos o tres días después de segarlos (antes de que florezcan). Aportan materia orgánica, protegen de la erosión, aportan humus de rápidamente disponible, estimulan la actividad biológica, diversifican las capas de suelo explorada por las raíces extrayendo nutrimentos de varios estratos, mejoran la resistencia de las plantas cultivadas a continuación, compiten con las hierbas no cultivadas, controlan plagas y enfermedades ya que sirven de refugio para depredadores o de plantas trampas para los patógenos.

-Residuos de cosecha: el propio cultivo al ser incorporado al suelo restituye parte de los nutrientes extraídos. Pueden compostarse antes de ser incorporados.

- Residuos  industriales  o  de  matadero: materiales que comportados o vermicompostados sirven de fuente de materia orgánica. No todos los residuos de industrias sirven, depende de la composición. 

- Algas: Tienen grandes propiedades fertilizantes y facilitan la fijación de nitrógeno. Estimulan los sistemas de defensas propios de las plantas

Tipos de estiércol

Los sistemas más comunes de fertilización son el estiércol y el compost por lo nos detenemos algo más en ellos.

Existen varios tipos de estiércol que dependen del animal del que provengan, pero también del manejo que se de en la cuadra:

- El estiércol de oveja es uno de los más ricos pero también de los más fuertes, por lo que requiere una fermentación en montón para eliminar las semillas de hierbas y gérmenes nocivos.

- El estiércol de cabra es el más fuerte, suele mezclarse con el de mulo o caballo para su fermentación.

- El estiércol de vaca no es tan rico, pero es el más adecuado para suelos húmedos.

- El estiércol de cerdo, cuando no es intensivo, debe mezclarse con los demás para obtener un resultado adecuado.
- La gallinaza o estiércol de aves: es muy rico y muy fuerte por lo que hay que mezclarlo con otros. Contiene mucho calcio.

- Estiércol equino: tiene una buena estructura aunque no es muy rico, tiene una fermentación rápida y mucha celulosa por lo que es preferible echarlo al compost.

Elaboración del compost

En cuanto al compostaje, también existen muchos tipos ya que el compost es materia orgánica en descomposición más o menos avanzada. El proceso para obtener mantillo
(compost maduro) puede durar de 4 meses a 1 año en función de la humedad, la temperatura y la composición del mismo. Los elementos a agregar al compost son los
siguientes: ramas de las podas, flores y hierbas adventicias, ceniza, diarios, cartones, plumas, pelo, lana, hilos de fibra natural, restos orgánicos de casa, restos de cosechas y césped.