jueves, 5 de junio de 2014

REVOLUCIÓN



“El problema de la agricultura actual, es que no es un sistema orientado a la producción de comida, si no a la producción de dinero” Bill Mollison
Vivimos en sociedades de consumo, que basan su economía en la venta de productos o servicios. Somos consumidores y olvidamos el poder que las decisiones de compra tienen. Para defendernos de multinacionales que poseen más capital que muchos países la acción es sencilla, boicotear sus productos, buscar alternativas, ser conscientes de qué consumimos, cómo se produce, qué nos aporta.
Esta sociedad de las prisas, caldo de cultivo para vendernos alimentos preparados, económicos, listos en poco tiempo, a los que se les añaden vitaminas, minerales…, deja de lado la salud, comer no es sinónimo de nutrirse. Cientos de aditivos se incorporan en nuestro plato diario introduciendo ingredientes perjudiciales que acaban enfermando al consumidor.
La mayoría no se interesa por saber qué come, qué bebe, ni las consecuencias en el organismo de todas las sustancias que ingerimos.
Una revolución implica un cambio, y el cambio cuando hablamos de consumo, puede ser el autoconsumo, el optar por comprar los productos a quien los genera eliminando intermediarios, es informarnos de qué estamos tomando y sus consecuencias. Hay estudios que indican que muchas enfermedades surgen de la ingesta de alimentos y aditivos no naturales, e incluso de los envases que los contienen. Si sumamos una actitud emocional negativa, tomamos alimentos manipulados, nos atracamos de conservantes, colorantes …, y cientos de elementos perjudiciales para el organismo, nos estamos provocando nosotros mismos la enfermedad.
Preparar tus alimentos lleva un tiempo, pero bien organizado puede ser parte de tu ocio. Si haces pan, no es necesario hacerlo todos los días, el pan casero dura una semana, nada tiene que ver con el que suele estar a la venta, y resulta un alimento nutritivo. Hacer conservas cuando hay verduras o frutas de temporada, aligerará las facturas, y te proporcionará alimentos de calidad, que no tienen que ver con los productos caros y faltos de nutrientes que venden fuera de sus ciclos. Merece la pena dedicarle unas horas y que durante meses tengas tus frascos o congelados listos para ser utilizados.
Igual que con los alimentos puedes preparar otros productos como jabón, gel, champú, cremas, dentífrico, colutorio; limpiadores de la casa. Algunas recetas son simples y solo necesitan unos minutos. Además del precio sabrás que están libres de sustancias perjudiciales evitando ir acumulando químicos en nuestro organismo.
Las grandes compañías, multinacionales que poseen diferentes empresas, son las que sacan beneficio económico de la venta de los perjudiciales alimentos. El dinero se antepone a la salud. Los organismos oficiales que deberían velar por ella, sucumben a las presiones de grupos, lobbies que consiguen que se legisle a su favor en contra de la ciudadanía. Sus políticas propias de psicópatas, traen consecuencias nefastas a productores, consumidores y medio ambiente. Se sacan al mercado productos que  son avalados  por estudios que ellos mismos hacen, y que la laxitud institucional permite que estén en el mercado sin tener una investigación objetiva. Hay medicamentos que al cabo de años de ser comercializados han sido retirados por los nocivos resultados. Se están encontrando metales en algunos pacientes con enfermedades como cáncer, parkinson.., esos metales se acumulan diariamente muchas veces no por el alimento ingerido, sino por el envase que lo contiene.
La revolución,  es el método para  conseguir que se anteponga la salud de productores y consumidores. España es el país de la UE que en contra del criterio del resto, ha dado vía libre a la producción de productos agrícolas transgénicos. Dejar que multinacionales monopolicen y patenten variedades vegetales es catastrófico. Los fertilizantes y pesticidas que utilizan van muchas veces en la propia savia. Químicos que se han empleado para exfoliar selvas y matar personas son la base de estos. Empresas como Monsanto que posee agroquímicas y farmacéuticas hace el negocio perfecto, primero te provocan enfermedad, y luego te venden el medicamento intentando que sea de por vida, el premio Nobel de Medicina, Richard J. Roberts afirmaba: “Las farmacéuticas bloquean las medicinas que curan porque no son rentables impidiendo su distribución”. “Casi todos los políticos -y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas”. Un consejero delegado de Bayer (que además de fármacos produce agroquímicos) en medio de una discusión dijo: “No creamos fármacos para indios, sino para los que pueden pagarlo”.
La enfermedad se ha convertido en un gran negocio y no hay escrúpulos a la hora de que nos enfermen los que nos venden los medicamentos.
Rebélate, busca tu grupo de consumo más cercano, consumirás alimento sano sin químicos perjudiciales, fomentarás la agricultura ecológica y la obtención de materiales de primera calidad, conseguirás que algunas personas que han optado por métodos tradicionales  puedan vivir de ello y a su vez colaborar en la defensa del medio ambiente. Todos ganamos. Productor, consumidor y entorno. Si nos dejamos engañar por las campañas publicitarias de esas monstruosas empresas solo se beneficiarán ellas a costa de nuestro perjuicio.

Tu cesta de la compra es tu arma.

Esther Quiñones