El ahorro del agua es una máxima en la agricultura
ecológica. El acolchado nos permitirá gestionar de forma eficaz y sostenible el
agua que necesitamos para nuestra huerta.
El acolchado, también
conocido como mulching, es una práctica en la agricultura ecológica, que tiene
una doble función: gestionar el gasto de agua y fertilizar el suelo.
Se trata de cubrir el
espacio con material orgánico y supone un gran beneficio para el huerto, ya que
lo protege y lo nutre. Si pensamos, el único espacio de la tierra, que no tiene
cobertura de algún tipo, es el desierto y no queremos convertir en un desierto
nuestra huerta.
Los materiales que podemos
utilizar para nuestro acolchado son los helechos, paja, henos, matas, hierba
joven... Cualquier material orgánico es válido y debemos prepararlo durante la
primavera, ya que durante esta época, la tierra está caliente.
El acolchado, permitirá un ahorro del agua, la
transformación del material orgánico aportado en nutrientes para el suelo,
mejorando sus condiciones físicas. Limita el desarrollo de las malas hierbas y
lo protege de las radiaciones solares. Sus beneficios son químicos, biológicos
y físicos.
ACOLCHADO.
Mediante el acolchado cubrimos
nuestro suelo alrededor de los cultivos con la finalidad de conseguir los
siguientes objetivos:
Mantener la humedad del suelo, evitando de
esta manera su evaporación y ahorrando en agua.
Evitar la aparición de malas hierbas. Eliminando
casi por completo este problema.
Proteger a nuestro suelo de una elevada
radiación solar.
Materiales utilizados en esta técnica:
Periodicos.
Cartones.
Paja.
Restos de podas y de otros cultivos.
El mejor de estos elementos arriba citados es
la paja, ya que tiene las propiedades más óptimas para cubrir el suelo
totalmente.
La mejor época para utilizar esta técnica
del acolchado es durante la primavera y el verano, ya que son las estaciones
del año donde más calor hace y donde más malas hierbas crecen en nuestro
huerto.
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