Ha llegado el otoño, y
nuestra huerta está preparada para los cambios de cultivo. Tenemos que
cosechar, quitar la maleza, preparar los surcos y bancales, empezar con
nuestros semilleros y planificar las podas y abonos. Es un momento de mucho
trabajo; ya que, probablemente, durante el verano sólo nos hayamos dedicado a
cosechar y debemos preparar la tierra para nuestras hortalizas. Tendremos
que arrancar aquellas que estén dando sus últimos frutos, y utilizar los restos
para abonar los surcos y/o bancales.
Aquellas plantas que no
estén sanas, debemos quemarlas o deshacernos de ellas lo más lejos posible. Y
entre recolecta y siembra, deberá transcurrir un tiempo mínimo de dos semanas.
Los días empiezan a ser más cortos y más fríos, por lo que podemos plantearnos
la posibilidad de construir un invernadero ecológico o micro túnel; que
es la opción más económica. Debemos aprovechar esta época para realizar también
tareas de mantenimiento, ya que el crecimiento de maleza y malas hierbas es más
lento y nos permitirá cuidar el huerto y optimizar el recurso como abono. Ahora
es el tiempo de lechugas, acelgas, coles, repollos y zanahorias. Todas las
"verduras verdes" para nuestra mesa.
Ya no hace calor, así, que
debemos olvidarnos de los tomates, los pimientos, las berenjenas y tenemos que
cambiar de hortalizas y verduras. Ha llegado la temporada de las lechugas, de
las espinacas, de la recula, de la escarola y del ajo, de las acelgas, de los
puerros, etc.
El momento idóneo para
sembrar es entre sesenta y noventa días, después de la primera helada de la
temporada. Para obtener los mejores resultados, podemos enterrar las semillas
en una profundidad doble a la indicada en los sobres. De esa manera, la
aislamos y protegemos de las inclemencias temporales, aunque son cultivos que
soportan fácilmente las temperaturas bajo cero.
La preparación del huerto
es sencilla: hay que eliminar las malas hierbas, preparar invernaderos y sobre
todo mejorar la tierra, así como la preparación de semilleros. Algo que no
debemos olvidar es que las hortalizas de otoño deben recibir como mínimo seis
horas de luz solar y calor; así, debemos buscar sitios o lugares que cumplan
esos requisitos si queremos una cosecha óptima. Y debemos tener cuidado con las
plagas. Como remedios, infusiones, agua jabonosa o incluso otras plantas;
respetando el entorno por tratarse de remedios ecológicos.
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