miércoles, 16 de febrero de 2011

El cultivo de rabanitos


Temperaturas:
No es muy exigente en clima y es resistente al frío.
Suelo:
Se adapta a cualquier tipo de suelo, aunque prefiere aquéllos ricos en humus.
Crecen en la mayoría de los suelos bien drenados, siempre que estén enriquecidos con humus en forma de turba o estiércol.
El rábano común (Raphanus sativus) es una planta cuyo rizoma se utiliza para aderezar ensaladas verdes.
Preparación del terreno:
Se riega bien y se siembra, a continuación, en hileras separadas unos 15 cm y de 1 cm de profundidad.
Siembra:
La semilla conservada en buenas condiciones mantiene su viabilidad durante 6 años.
Se siembra de asiento, preferentemente en otoño, primavera e invierno.
La semilla de rabanito generalmente se esparce a voleo a razón de 12 kg de semilla por hectárea.
En cambio, los rábanos se suelen sembrar en líneas a 50 cm, empleando unos 8 kg por hectárea.
Cuando se cultivan rabanitos es frecuente que, dado su rápido crecimiento, se hagan asociaciones, intercalando otras hortalizas de ciclo más largo, tales como zanahoria, remolacha, etc.
Las labores se reducen a 1 ó 2 escardas y un ligero aporcado si las plantas están en línea.
A los 15 ó 20 días de la siembra es conveniente aclarar las plantas, dejando los rabanitos distanciados a 5 cm y los rábanos a 10 cm.
Se pueden colocar también entre lechugas u otros cultivos, al final de los surcos o en cualquier otro lugar, para llenar los huecos y evitar la aparición de malezas.
Hay que aclarar los plantones, en caso necesario, para permitir un buen desarrollo de las raíces, regar en abundancia y extraerlos en cuanto alcancen el tamaño justo.
Las variedades de invierno, así como las japonesas, más grandes, se siembran del día más largo y se recolectan a los 3 meses.
Las variedades especiales resistentes a las bajas temperaturas se pueden cultivar bajo una campana de cristal en invierno.
Las variedades de verano maduran en tan sólo 3 ó 4 semanas, de ahí que haya que sembrarlas con regularidad para tener ejemplares siembre en el huerto.
Siembra en el exterior a 1 cm de profundidad y hileras cortas con 15 cm de separación cada 2 semanas y cada 4-6 semanas en otoño e invierno y bajo cristal o plástico.
Una vez germinadas las semillas, aclarar las plantitas y deja una distancia de 3 a 8 cm entre ellas.
Los mejores resultados se obtienen cuando se siembran en primavera o principios del verano, aunque la siembra puede repetirse a finales del estío o comienzos del otoño.
Es posible obtener una cosecha temprana en semillero protegido o en invernadero haciendo la siembra en invierno.
Para tener rábanos de manera constante, hay que sembrar cada 2 semanas.
Riego:
Regar regularmente.
Abonado o fertilización:
Si el suelo está bien preparado no es preciso abonar.
Plagas y enfermedades del rábano:
- Oruga de la col.

- Pulgones.
- Rosquilla negra.
- Mildiu.
- Acorchado.

Recolección:
Es muy apreciado el rábano por los hortelanos aficionados dado que sólo necesita una 3 a 6 semanas desde que se siembra hasta que se cosecha.
Recolectar las variedades de verano tan pronto como alcancen el tamaño adecuado (15 cm en el caso de las variedades japonesas).
Dejar las inmaduras en la tierra y recoléctalas cuando tengas que utilizarlas.
En verano, la recolección de las raíces pequeñas se realiza a los 45 días, las medianas unos 10 días después y las grandes a los 70-80 días.
Durante la estación invernal, se pueden dejarlas plantas cierto tiempo sin recolectar desde el momento óptimo para la cosecha, pero si se prolonga demasiado las raíces adquieren un tamaño excesivo, y si llueve se rajan y después se ahuecan.
En verano es necesario cosechar de inmediato, ya que se ahuecan rápidamente, especialmente las variedades tempranas.

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