jueves, 24 de noviembre de 2011

La importancia de un buen laboreo


DIFERENCIAS EN EL LABOREO SEGÚN LOS TIPOS DE TIERRA

La tierra no se trabaja igual cuando es arcillosa y pesada que cuando es arenosa, pedregosa o ligera. Las tierras pesadas suelen compactarse y apelmazarse con facilidad cuando son pisadas o trabajadas tras la lluvia o el riego y se vuelven duras como la piedra cuando se secan Por ello es importante buscar el buen momento para trabajarlas “con tempero”, cuando no están ni demasiado secas, ni demasiado húmedas. Como ya hemos comentado, aporta gran cantidad de arena, perlita o vermiculita las aireara y esponjará.

Las tierras arenosas y cálidas, suelen ser más fáciles de trabajar. El problema es que retiene mal la humedad y en ellas se escurre fácilmente el agua arrastran o lixivian los nutrientes. Para corregirlo es bueno realizar acolchado y añadir abundante materia orgánica para que haga esponja y retenga mejor el agua y los nutrientes.


 ¿ EN  QUE PUEDE AYUDARNOS EL LABOREO?

Mediante las diferentes técnicas de laboreo podemos alcanzar varios objetivos:

  • Mejorar la estructura para que la tierra retenga durante mas tiempo la humedad al romper la capilaridad de las capas superficiales, lo cual también favorece el drenaje en tierras.
  • Preparar la tierra para la siembra o el trasplante, desempedrar, nivelar…..
  • Incorporar a la tierra materia orgánica, composta, enmiendas o abonos verdes.
  • Controlar las hierbas adventicias con labores de bina, escarda o roturado.
  • Airear la tierra y así favores las condiciones que permiten el control de patógenos
  • Distribuir los espacios de cultivo, hacer surcos, bancales, eras, líneas, hoyos, etc.
  • Incorporar a la tierra los restos de cultivos una ver terminado su ciclo productivo.
  • Cosechar tubérculos y raíces.
  • Aporcar, recalzar o desaporcar algunas plantas, como patatas, caros o puerros.


 PRINCIPIOS BASICOS DEL LABOREO

  • El laboreo no debe alterar los perfiles de la tierra ni alterar bruscamente su condición; para ello se intentara ir profundizando en labores sucesivas, evitando su volteo y la mezcla de horizontes.
  • No remover la tierra o labrar por rutina, hacerlo solo cuando sea necesario. Trabajar más de lo necesario supone un esfuerzo y un gasto energético evitable.
  • Trabajar la tierra en el momento adecuado, según lo que deseemos conseguir
  • Procurar no incorporar en profundidad la materia orgánica fresca- restos de cosechas, abonos verdes, composta, estiércoles, etc.-.
  • Estimular el laboreo natural, el que efectúan las raíces y los organismos vivos de la tierra. Esto se consigue con abonos verdes, con aportes de materia orgánica y rotaciones de plantas con sistemas radicualres que llegan a diferente profundidad.
  • No trabajar nunca la tierra cuando esta demasiado seca o demasiado húmeda. Buscar o provocar con el riego el punto de tempero o sazón.
  • Evitar la compactación de la tierra a causa de la maquinaria pesada o de labores sucesivas. Recurrir a subsolado si se llega a una excesiva compactación, algo que no debería suceder.
  • Que todas y cada una de las labores que hagamos tengan como objetivo final la mejora de las condiciones de ese suelo, creando y manteniendo su fertilidad y consiguiendo las condiciones optimas para el buen desarrollo de las plantas cultivadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario