El perejil, conocido científicamente como Petroselinum crispum, es una herbácea que pertenece a
la familia de las Apiáceas, o como se conocen tradicionalmente, umbelíferas (cultivo de la zanahoria, cultivo del hinojo, cultivo del apio, etc.).
Dada su facilidad de cultivo, se
ha extendido rápidamente por toda Europa y Asia, fomentado también, por sus
grandes propiedades y contenido en vitaminas (A, B1, B2, C y D). Además,
también se ha constatado que Petroselinum crispum tiene
propiedades medicinales, como veremos a continuación.
Requerimientos
climatológicos
Cuando cultivamos esta
herbácea en el huerto, prefiere
climas cálidos a los fríos. Sin embargo, el perejil nos lo pone bastante fácil
ya que, aun haciendo frío, el perejil sigue creciendo. Una comprobación es que
está extendido por toda Europa y en el norte hace bastante más frío que los
climas típicos del mediterráneo.
Características
del suelo
Las características son
parecidas al del anterior punto y es que se adapta a gran variedad de suelos o
sustratos. Decimos sustratos porque muchas veces lo verás cultivado en macetas,
por ejemplo, en la cocina, dada su facilidad de acceso a la hora de coger
perejil fresco para condimentar los platos. Volviendo al tema del suelo, por
preferir, elige los suelos con buen laboreo y profundos, que estén sueltos y
tengan buena cantidad de materia orgánica. Estas últimas recomendaciones
también puedes tenerlas en cuenta a la hora de preparar el sustrato en el caso
de que quieras cultivar el perejil en
maceta.
Necesidades
de riego y abonado
El perejil es un cultivo
que está bastante adaptado a la rusticidad. Pero si quieres puedes probar un
experimento, una maceta con perejil y riegos abundantes y otra sin riegos tan
generosos. Enseguida comprobarás la diferencia. A lo que queremos llegar es
que, a pesar de que aguanta bien la sequía, la humedad del suelo le favorece en
gran medida, y verás crecer tu planta hasta límites que pensabas que el perejil
no podía crecer y engrosar sus tallos.
Una
buena frecuencia de riego es en verano cada 3 días (2 si hace mucho
calor) y en invierno cada 10-15 días.
En cuanto al abonado, el perejil es un cultivo que
requiere buenas dosis de abonado. Puedes realizar un abonado de fondo con
estiércol o compost antes de cultivar el perejil
o bien añadirlo periódicamente mientras el perejil sigue creciendo.
Un truco es aportar mayor
cantidad de abono mineral que contenga buena cantidad de nitrógeno cuando se produce el corte para
aprovechamiento del perejil en la cocina, para fomentar el crecimiento de esta
herbácea.
Propiedades
medicinales del perejil
De todas las vitaminas que
nos aporta cuando lo añadimos fresco a nuestros platos, se sabe que tiene propiedades diuréticas y reguladoras de la hipertensión.
Expertos en medicina tradicional recomiendan tomar té a base de hojas de
perejil, para mejorar problemas de hipertensión o retención de líquidos.
Por otro lado, hay que tener
cuidado, especialmente las personas que son propensas a tener piedras en el
riñón, ya que tiene un alto contenido en ácido oxálico. Como sabréis, este
ácido es el causante de la formación de piedras, y también lo podemos encontrar
en el ruibarbo o en la espinaca.
Fuente: Agromatica
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